Pide como conviene

07.09.2011 23:23

 

Pide Como Conviene

 

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;  pues qué hemos de pedir como conviene,  no lo sabemos,  pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 

Ro. 8:26 (RV60)   

 

INTRODUCCIÓN: Pedir es algo que el pueblo de Dios no tiene costumbre de hacer, debemos saber que si le pedimos al Señor lo va ha conceder si no dudamos (Stg. 1:6); a veces no recibimos respuesta a nuestras peticiones porque pedimos mal (Stg. 4:3). Para pedir como conviene debemos recurrir a la ayuda del Espíritu Santo, Él lo escudriña todo, aun lo profundo de Dios y nos guiará para que pidamos las cosas que verdaderamente necesitamos (1 Co. 2:10).

 

DESARROLLO: Es importante ser equilibrados cuando pedimos pues “más bienaventurado es dar que recibir” (Hch. 20:35), debemos analizar nuestro corazón y ver si no hay actitudes egoístas al sólo pedir y nunca dar (Pr. 30:15). Pedir se conoce en griego como proseujomai, palabra compuesta que viene de pros y ejomai, entre las acepciones de la segunda palabra están: desear, ansiar (Strong). Estas reflejan una enseñanza, veamos: 

 

  1. Desear, Sal. 37:4 BLS: Debemos pedir dejando toda ambición personal y deleitarnos en buscar el Reino de Dios y su Justicia para que las cosas que anhelemos en nuestro corazón sean añadidas. Salomón, movido por el Espíritu, no pidió a sus enemigos sino sabiduría para gobernar, Dios se lo concede además le da lo que no pidió, es decir lo material (1 R. 3:5-13). Con ello vemos que Dios se agrada que pidamos lo eterno y con ello añade lo temporal.

 

  1. Ansiar, Sal. 5:3: El anhelar algo en nuestro corazón, debe traer consigo tranquilidad y paciencia; esperar la respuesta a nuestros deseos sin ningún afán (Sal. 40:1), confiar en Dios sabiendo que cumplirá sus promesas, de lo contrario cometeremos el error de Abram, que busco otro medio para obtener el hijo que Dios le había prometido (Gn. 16:2-4).

 

Debemos pedir sabiduría y entendimiento para administrar las cosa que recibiremos, así no añadiremos despropósito alguno a lo que hemos pedido, Dios conoce nuestro corazón y sabe que podemos desviarnos cuando lo obtengamos, el ejemplo es Uzías, cuando fue engrandecido, su corazón fue infiel (2 Cr. 26:16). Israel nos da una enseñanza de que no debemos pedir:

 

  1. Pedir carne  Nm. 11:1-6,13: El pueblo despreciaba el Maná que es lo espiritual, estaban desechando al Señor, porque el Maná era tipo de Jesucristo (Jn. 6:31-35), esta petición trajo mortandad (Nm. 11:31-34). El despreciar al Señor es tentar a Dios y esto acarrea juicios como sucedió con el pueblo de Israel, siendo de tres clases (Sal. 78:31, 106:14-15):

 

    1. Hizo morir a los más fuertes, BLS: Sansón nos ilustra este juicio, jugó con lo que Dios le había dado en beneficio del pueblo de Israel, como lo era su fuerza, siendo dominado por Dalila, significa su debilidad. El cristiano que pide con forme a sus pasiones, atraerá destrucción a su vida, llegando a tener una condición peor que cuando fue liberado de los pecados que cometía anteriormente (2 P. 2:20 BLS). 

 

    1. Derribo a los escogidos: Este es un grupo reducido de cristianos (Mt. 22:14) que pueden ser arrastrados por el engaño, principalmente el de las riquezas (Mt. 24:24; Mr. 4:19), por dejarse llevar por señales mentirosas de falsos cristos y falsos profetas.

 

    1. Envió plaga mortal: Se da en la vida del creyente que vive aun en las costumbres del mundo y pidiendo las cosas que éste ofrece, no pone su confianza en Dios sino en los hombres (Sal. 91:9-10), influenciado por un espíritu Babilónico puede acarrear problemas a su vida o familia, esto le sucedió a Acán al codiciar un manto babilónico (Jos. 7:21-25; Ap. 18:3-6).

 

  1. Pedir Rey, 1 S. 8:5:   Pedir en hebreo es shaál o shaél, entre otras cosas significa: demandar. Pedir rey sucede al ya no querer ser gobernado por Dios (1 S. 8:7). Israel se contaminó con las costumbres de las naciones que lo rodeaban. Al adaptar conceptos, ideas y costumbre del mundo, se corre el peligro de demandarle a Dios que cumpla nuestras  exigencias con cosas como el ayuno o la ofrenda (Gn. 28:22; Is. 58:3). En la Biblia hay dos personajes, a uno le piden que sea rey y otro se autoproclama:

 

  1. Gedeón, Jue. 8:22 LBLA:   Era juez en Israel, su función era impartir justicia y no de enseñorearse sobre sus hermanos, no se dejó llevar por el deseo de éstos respondiéndoles “el Señor siga siendo el Rey” (Jue. 8:23 LBLA). Debemos pedirle al Espíritu Santo que nos muestre cual es nuestra función en el cuerpo de Cristo para no ejercer algo que no nos corresponde aun cuando nos lo pidan.

 

  1. Abimelec  Jue. 9:1-6: Se proclama a sí mismo rey a petición de sus hermanos, debemos tener cuidado de no caer en esto, ya que la usurpación acarrea problemas, como paso con Atalía (2 R. 11:1-21). Así debemos pedir sabiduría para conocer si es nuestro tiempo de dirigir, no dejándonos llevar por ambiciones personales. 

 

  1. Pedir fuerzas, Jue. 16: 28-30:   Sansón hace esta petición para vengarse de sus enemigos, no pidió misericordia por los errores que cometió, debido a su orgullo prefirió morir con los filisteos como una forma de autocastigo. Cuando nosotros pedimos una oportunidad para esto, caemos en el error de confiar en nuestras fuerzas no importando las consecuencias que vengan y no dejamos que sea Dios el que pague a los que nos han hecho mal (He. 10:30). 

 

  1. Pedir influenciados por otros, Mt. 27:20: Los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron al pueblo judío para que pidieran la muerte de Jesús y liberaran a Barrabas. Al ser influenciados por otros corremos el peligro de pedir por algo malo, que no será de provecho para nosotros o para otra persona. La hija de Herodías fue persuadida a pedir la cabeza de Juan el Butista influenciada por el rencor que había en su madre (Mr. 6:19-24).    

 

  1. Pedir largura de días,  2 R. 20:1-5.  A Ezequías le dieron más años de vida con el propósito de que pusiera en orden su casa, pero vivió para mostrar todos sus tesoros a Babilonia y para tener un hijo que no hacia lo recto delante de Dios (2 R. 20:12-19, 2 R. 21:1-11), para tener largura de vida es necesario honrar a nuestros padres (Ef. 6:2-3). Al pedir debemos de examinar en nuestro corazón cual es el  motivo que tenemos para ello.

 

  1. Pedir señal, Lc. 11:16: También depende de la motivación que haya en nuestro corazón, algunas personas le pedían señal a Jesús queriendo manipularlo para que hiciera la voluntad de ellos y no la del Padre. El pedir señal debe ser para confirma si estamos haciendo lo correcto en el Temor de Dios, tal como lo hizo Gedeón (Jue. 6:36-40).

 

Vergüenza de pedir, Esd. 8:22: Algunos cristianos no piden, ya sea por orgullo o vergüenza a lo que digan las personas.  Si nos da vergüenza pedir, es porque en nuestro corazón hay autosuficiencia, véase a Laodicea que no tenía necesidad de nada (Ap. 3:17) y haremos cosas incorrectas para conseguir lo que deseamos, ver al mayordomo injusto (Lc. 16:3-7).  Estas son algunas cosas que debemos pedir si es necesario y no sentir vergüenza de hacerlo:

 

  1. Pedir ayuda, 2 Cr. 20:4 RV60: El pedir ayuda es reconocer nuestras limitaciones, es la oportunidad que tenemos de ser ministrados y liberados de aquello que nos limita; para luego poder ayudar a otros. El negarle ayuda a alguien que nos la pide es característica de un hijo de belial, actitud que mostraba Nabal al negarle ayuda a David (1 S. 25:25 KJV). 

 

  1. Pedir conocimiento, Col. 1:9 RV60: Es importante que podamos pedir conocimiento para nosotros, pero también para aquellos que no lo tienen, éste hace que la persona sea fortalecida en su conciencia. No sólo se debe de pedir, sino buscarlo por medio de la enseñanza o el estudio, teniendo un corazón humilde para no caer en vanidad (1 Co. 8:1). 

 

  1. Pedir fe, Mr. 9:24: Esto es un factor importante para recibir lo que pedimos, porque sin fe es imposible agradar a Dios, a veces por esta razón no recibimos lo que anhelamos; si nuestra fe es limitada debemos de pedirle al Señor que la aumente, para recibir y tener la posibilidad de alcanzar nuestras metas. 

 

  1. Pedir, misericordia, Sal. 142:1: Con ello se manifiesta en nosotros un corazón humilde y compasivo si pedimos para otros como lo hizo Abraham (Gn. 18:23-25) o si lo hacemos para nosotros al haber fallado como lo hizo David. Es importante saber por que y quien pedir misericordia porque Dios es el que tiene la ultima palabra en esto (Ro. 9:15), podemos estar pidiendo por algo que Dios no quiere que pidamos como sucedió con Samuel (1 S. 15:35, 16:1). 

 

  1. Pedir dones y estar preparados para el encuentro con el Señor, Est. 2:13 RV60: Debemos anhelar los mejores dones, pero sobre todo estar preparados para recibir un don de profecía, porque este ayudará para la edificación del cuerpo de Cristo y nos hará estar preparados para cuando debamos de presentarnos delante de Él.  

 

  1. Pedir por la paz de Jerusalén, RV60 Sal. 122:6: Es algo que muchos olvidamos hacer, sin embargo esta escrito en la Biblia y debemos cumplir, al pedir por una nación que proviene de los lomos de Abraham, tenemos promesa que también seremos bendecidos con la paz que anhelamos para ella (Gn. 12:3).  

 

CONCLUSIONES:   Debemos ser agradecidos con lo que nos da el Señor (Col. 3:15), buscar su reino y su justicia para que todo venga como añadidura (Mt. 6:33, Lc. 12:31); si ponemos nuestra mirada en las cosa de arriba, pediremos lo que es de beneficio para nuestro ser espiritual y como consecuencia recibiremos lo terrenal (1 Co. 9:11) lo que Dios anhela de nosotros es que pidamos lo intangibles, es decir lo espiritual, para que recibamos las cosas tangibles o sea lo material; entendiendo esto entonces sabremos pedir como conviene.