La Etica del Discipulador

07.09.2011 22:52

 

La Ética del Discipulador

 

Aun por sus hechos da a conocer un muchacho si su conducta es pura y recta.

Proverbios 20:11

 

INTRODUCCIÓN: El ser humano es guiado la mayor parte de su vida por normas y costumbres establecidas desde su infancia, algunas de ellas pueden contravenir las normas que la Biblia establece para los hijos de Dios. La persona que enseña, debe saber que hay normas a las que debe regirse, siendo él mismo un ejemplo para las personas que instruye  para que la doctrina de Dios no sea blasfemada, ver (Tito. 2:7; 2 Pedro 2:1-2).

 

DESARROLLO: Es importante que la persona que instruye tenga unos principios morales sólidos, en base a parámetros bíblicos que lo ayudarán en su desarrollo como docente de la Palabra de Dios. Debe tener claro que, enseñar la Palabra no es un pasatiempo sino un compromiso delante del Señor y que debe cumplirlo con excelencia por amor a las ovejas que Dios le ha puesto a cuidar.

 

La palabra ética se conoce en griego como ethos y significa: costumbre, costumbre prescrita por ley, regla, rito. En algunas ocasiones se tienen malas costumbres que hacen a una persona ser mal vista y eso puede que predisponga a los discípulos a no recibir las enseñanzas que se les imparten. Algunas de estas pueden ser:

 

  1. Conducta desobediente.

 

Ester 1:10-12  Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre por el vino, él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero,  que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa. Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey transmitido por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él. 

 

La persona que enseña debe saber que su conducta debe ser de obediencia y sujeción a sus autoridades con humildad y respeto. De lo contrario no tendrá solvencia para enseñar sobre la sujeción o la humildad pues con sus actos demostrará todo lo contrario; debe tener en cuenta que ahora los discípulos lo tienen como ejemplo. Vemos a Vasti que al negarse a ir cuando el rey la llamó serviría de ejemplo para las demás mujeres en el reino, ver (Ester 1:17-18). 

 

  1. No tener hábito de estudio.

 

BLA Proverbios 1:29 Porque no quisieron el saber, no eligieron el temor de Yavé.

 

Esto es muy importante que la persona lo tenga en cuenta, porque la persona que enseña debe amar la Palabra y escudriñarla con dedicación. En ocasiones se tiene un mal habito de estudio debido a la forma en que se fue enseñado desde la niñez, por ello debe formarse un hábito de estudio.

 

  1. Ser impuntual. 

 

CAS Mateo 25:5 Como el novio se demoraba, las diez muchachas comenzaron a cabecear, y al fin se quedaron dormidas.

 

Esta costumbre es muy generalizada y debe ser erradicada de la vida de la persona que enseña si la tiene, esto puede quitarle seriedad a la obra; nuestro Dios nos da el ejemplo de puntualidad y responsabilidad delante de su pueblo, al responder nuestra peticiones en el tiempo oportuno, ver (2 Corintios 6:2).

 

La persona que enseña debe tener buenas costumbres y normas que deben de apegarse a los principios bíblicos para ser ejemplo a los discípulos, veamos algunas de estas:

 

  1. Prudencia en la relación con los discípulos.

 

LBA Génesis 19:31 Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo y no hay ningún hombre en el país que se llegue a nosotras según la costumbre de toda la tierra.

 

Al interrelacionarse con los discípulos se crea un vínculo de amistad que puede dar lugar a que salgan a luz cosas intimas del los discípulos, es algo que se debe evitar en la medida de lo posible; con ello se alejará la posibilidad de conocer algunas cosas muy personales que no se deben tratar en público sino trasladarlas a las cobertura inmediata. Las hijas de Lot por ser muy cercanas a este, conocieron lo más íntimo de él. 

 

  1. Ser humilde al responder.

 

Mateo 26:63-64  Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.  Jesús le dijo: Tú mismo lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO.

 

Es algo muy importante que no se debe pasar por alto, tener misericordia y prudencia en el hablar, evitando el humillar a los discípulos al responder alguna interrogante que tengan con respecto al tema que se imparte, de no ser así se corre el peligro que los discípulos ya no participen en la enseñanza y se pierda la razón del mismo.

 

  1. No imponer criterios.

 

LBA 1 Samuel 2:16 Y si el hombre le decía: Ciertamente deben quemar primero la grosura y después toma todo lo que quieras; él respondía: No, sino que me la darás ahora, y si no la tomaré por la fuerza.

 

En ocasiones se puede tratar de imponer una idea o un criterio a los discípulos, procurando cambiar su forma de pensar a la fuerza y no dejar que el Espíritu Santo los convenza de lo que se expone, esto puede crear un rechazo a la enseñanza debido a la predisposición que se tiene por la conducta del que enseña la Palabra.

 

  1. Prudencia en el tiempo de la exposición.

 

BLA Hechos 20:9 Un joven, llamad Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana, y como Pablo no terminaba de hablar, el sueño acabó por vencerle. Se durmió y se cayó desde el tercer piso al suelo. Lo recogieron muerto.

 

Se debe tener control y buena administración del tiempo en la enseñanza, pues se debe respetar la hora de inicio y de fin del discipulado, aun cuando las personas que reciben la enseñanza pidan continuar con la misma, el Señor Jesús sabía cual era su tiempo aun cuando le pedían que se mostrara a los demás (Juan 7:3-6).

 

  1. No dejarse de congregar.

 

CAS Hebreos 10:25 No dejemos de congregarnos (como algunos tienen por costumbre), para animarnos y exhortarnos los hermanos mutuamente, en especial ahora, cuando ya podéis ver que se acerca el día del regreso del Señor.

 

Cuando la persona que tiene el privilegio de enseñar, puede caer en el error que no tiene necesidad de tener comunión con los hermanos de la congregación, sin embargo vemos que el Señor Jesús tenía la buena costumbre de tener comunión con sus hermanos en las sinagogas, ver (Lucas. 4:16).

 

  1. Evitar las discusiones.

 

CAS 1 Corintios 11:16 De todas formas, si alguien quiere discutir estas cosas, que las discuta. Por lo que a mí respecta, sólo puedo decir que ni nosotros ni las iglesias de Dios tenemos tal costumbre. 

 

En ocasiones se puede encontrar a persona que lo único que desean es discutir acerca de puntos doctrinales o por el simple hecho de querer demostrar que sabe más que la persona que enseña, sin embargo el apóstol Pablo llama a que se evite este tipo de situaciones, ver (Tito 3:9). 

 

Es importante que las personas que desean enseñar la Palabra de Dios sepan que deben tener hábitos de lectura y de estudio para preparar las enseñanzas con excelencia ya que no lo hacen para lucirse sino para agradar a Dios. Ser puntual es sinónimo de responsabilidad y respeto a las personas que han abierto su corazón y las puertas de su hogar para recibir al que enseña.